¿Alguna vez te has preguntado, por qué si las emociones ‘negativas’ son tan malas y tan dañinas no hemos evolucionado para desaparecerlas?
La educación en emociones es un concepto relativamente nuevo. La sociedad ha pasado de reprimir y no hablar de emociones a ‘gestionarlas’ intentando controlarlas o desaparecerlas (con pastillas, distracciones, técnicas de relajación, etc…).
No ha sido hasta que el mindfulness y la terapia de aceptación y compromiso cobraron popularidad que realmente nos empezamos a plantear: ¿qué pasaría si en lugar de luchar contra una reacción fisiológica (emoción) que no tiende a desaparecer, comenzamos a aprender a vivir con esta?
Y es que, si nos vamos al inicio de los tiempos y analizamos la función que tienen las emociones ‘negativas’ como el miedo, el estrés y la tristeza, encontramos que son indispensables para nuestra supervivencia.
Sin embargo, hoy en día nos es más difícil encontrarles una función evidente. ¿Cómo podemos encontrarle una ventaja a la culpa que nos quita el sueño después de haber cometido un error? ¿es posible encontrar útil el miedo al éxito? ¿podemos interpretar nuestro estrés como ‘funcional’ cuando no podemos concentrarnos en ninguna tarea? La respuesta sencilla es: no podemos.
Otros factores como la aparición de la tecnología y la facilidad con la que podemos acceder a todo tipo de distracciones nos han llevado a reducir la capacidad que tenemos de enfrentarnos a lo que sentimos sin querer huir enseguida.
¿Cuándo fue la última vez que te permitiste aburrirte durante más de 5 minutos sin sacar tu teléfono o poner 'Netflix'? ¿cuándo fue la última vez que te permitiste sentirte triste sin intentar distraerte con un plan o viendo fotos en Instagram?
Por otro lado, la evolución del pensamiento y la cantidad de información que recibimos constantemente facilita que nos cuestionemos con frecuencia si estamos haciendo las cosas bien, si podríamos haber hecho algo distinto en el pasado o que recordemos todo lo que tenemos pendiente (hoy y en el futuro), aumentando así nuestras preocupaciones, miedos e inseguridades.
Entonces, ¿qué función cumplen estas emociones y por qué son tan desagradables?
¿Alguna vez jugaste frío o caliente? Este juego consistía en taparle los ojos a una persona que tenía que encontrar ya sea un objeto o atrapar a alguien. Le decíamos frío cuando se alejaba y caliente cuando estaba cerca. Tus emociones hacen exactamente lo mismo.
A todos nos importa algo, es un hecho. Por ejemplo, podríamos decir que a la gran mayoría nos importa mantener nuestra integridad física, ¿no? Si hubiera algo que la pusiera en riesgo saltaría tu miedo a decirte “¡frío!” porque te estas alejando de lo que te importa: tu seguridad. Por el contrario, una emoción como la alegría te dice “¡caliente!” y te recuerda que algo que está sucediendo te hace sentir bien y te acerca a lo que te importa.
En resumen, las emociones te notifican cuando te estas alejando o acercando a tus valores (lo que te importa). ¿Cobra más sentido que las sientas?
Esto no resuelve tu duda de qué función tienen la preocupación excesiva o el miedo al fracaso, especialmente cuando parecen conseguir lo contrario: no te puedes concentrar en resolver tus problemas o no te atreves a tomar ese paso que te podría llevar al éxito - a pesar de que ambas cosas te importan.
Llevamos tanto tiempo sin saber convivir con nuestras emociones que cuando aparecen intentamos suprimirlas, consiguiendo el efecto contrario.
Aquí es cuando se pone interesante. Llevamos tanto tiempo sin saber convivir con nuestras emociones que cuando aparecen intentamos suprimirlas, consiguiendo el efecto contrario.
¿Qué pasaría si la próxima vez que sientas estrés buscas el valor que lo está disparando y encuentras la mejor manera de acercarte a lo que te importa? ¿y si en lugar de rechazar lo que sientes lo utilizaras para tu beneficio? ¿cómo cambiaría tu vida?
Si quieres ayuda para empezar a aceptar las sensaciones físicas que acompañan a tus emociones te recomendamos una meditación guiada que puedes descargar aquí.
Haznos saber qué opinas y sobre qué emociones te gustaría saber más. Espera nuestra colección de artículos ‘Aliados inesperados’ donde hablaremos de cada emoción y cómo darle un giro a su existencia.
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