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Vídeo: El poder de la valentía emocional

¿Cómo mejorarían nuestra vidas si dejáramos la actitud positiva a un lado y enfrentásemos lo que sentimos?


Si quieres ver este vídeo con subtítulos en español, accede a este enlace.


¿Cómo sé si es normal lo que siento? ¿Debería sentir menos estrés? ¿Está mal que me sienta enfadado? ¿Es normal que me sienta como una impostora? ¿Por qué me preocupo tanto?


Entre los distintos motivos por los cuales nos consultan nuestros clientes, siempre hay algo en común: la duda sobre si es normal o no sentir lo que sienten. La respuesta es simple: sí, es “normal”, o más bien, es natural. ¿Por qué cuestionamos tanto nuestras emociones?


Esta charla de Susan David ilustra a la perfección lo que está sucediendo en nuestra sociedad: tememos hablar abiertamente sobre las emociones, tememos sufrirlas y tememos a que nos juzguen por tenerlas. A esto lo llama “rigidez tóxica”, también llamado “positivismo tóxico”


En este artículo




¿Cómo se ve positivismo tóxico?


En esta conversación, podemos ver cómo esta tendencia a la negación emocional se manifiesta en nuestras vidas sin que nos demos cuenta y el miedo que nos genera la idea de permitirnos sentir. (Ejemplo inspirado en la suma de distintas experiencias con distintos clientes. No hace alusión a ninguno en específico):


Cliente: ¿Es normal que me sienta tan triste? Siento que soy la única persona que la pasa tan mal. Mis amigas dicen que debería ser más positiva.


Terapeuta: Bueno, yo entiendo que estés triste en este momento. No te dieron el trabajo al que habías aplicado y lo dejaste recientemente con tu novio.


Cliente: Ya, pero debería quejarme menos y ser más positiva.


Terapeuta: ¿Y si aceptaras que en este momento te sientes triste? ¿Qué pasaría si le diéramos un espacio a esa parte de ti que está sufriendo? Es válido que te sientas así.


Cliente: Pero si me permito sentirlo voy a caer en un hoyo. A lo mejor me vuelvo más negativa y luego no voy a poder levantarme de la cama.


Terapeuta: Entiendo tu miedo y es parte de lo que podemos trabajar. Por lo que me cuentas, ya te sientes bloqueada, aislada y todo parece ser gris. No sabes qué hacer y llevas mucho tiempo dando vuelta al asunto. Esa descripción me suena a que encaja con lo de “estar en un hoyo”, ¿no crees?. Entiendo que haya sido así hasta ahora porque nadie te ha ensañado a hacerlo de otro modo. A lo mejor si comenzaras por aceptar esta realidad podrías recuperar la energía que se te está escapando al negarlo y darte la autocompasión que ahora mismo necesitas. Así, podemos utilizar la energía que quede en buscar soluciones, ¿te gustaría intentarlo?


Cliente: Es verdad, estoy harta de fingir que estoy bien. Es muy cansado. Pero, ¿cómo lo hago?


Después, realizamos un ejercicio de aceptación radical (aquí encuentras un ejercicio para entender qué es y cómo aplicarlo) y se sintió liberada. No es que haya desaparecido el problema, pero al menos ya no sentía que tuviese que luchar contra lo que sentía. Darse un espacio autocompasivo le ayudó a sentir calma y ver las cosas con mayor claridad.



La realidad sobre el sufrimiento y la tendencia a evitarlo


En esta vida, la única certeza que tenemos es que habrá incertidumbre. Estar vivos implica que sufriremos. La tradición Budista, por ejemplo, se basa en 4 verdades nobles de las cuales la primera y la segunda describen el sufrimiento y su origen. De acuerdo a las enseñanzas de Buda, nuestra mayor causa de sufrimiento es la resistencia al mismo. Aferrarnos al bienestar, a la permanencia e incluso, a nuestra existencia, nos genera mucho dolor.


Pero nuestra cultura parece promover lo contrario. ¿Cuántas veces no nos han dicho ‘mira el lado positivo, ‘no estés triste’, ‘sonríe’, ‘ya no te enojes’ o ‘todo va a estar bien’?


La realidad es que no siempre estamos bien, y está bien no estar bien. Intentar mantenernos eternamente positivos es insostenible. El mayor reto es comprender que lo contrario al “positivismo tóxico” no es el negativismo, si no la aceptación de nuestras emociones o la “agilidad emocional”, como la llama Susan David.


Una vez que dejamos de luchar contra la realidad (cuando no es como quisiéramos que fuese) y contra lo que sentimos (porque es incómodo), se abre un mundo de posibilidades. Aquí es donde podemos comenzar a adoptar una actitud positiva ante nuestras metas, alineándolas con nuestros valores y acciones.


"La forma en que tratamos nuestro mundo interior lo mueve todo. Todos los aspectos sobre cómo amamos, cómo vivimos, cómo somos padres y cómo lideramos. La visión convencional de las emociones como buenas o malas, positivas o negativas, es rígida. Y la rigidez ante la complejidad es tóxica. Necesitamos mayores niveles de agilidad emocional para lograr una verdadera resiliencia y prosperidad."

Susan David


En esta charla, David nos habla sobre el impacto negativo de la negación a nivel social (por ejemplo, 50 años de una legislación racista en Sudáfrica) y a nivel personal, lo cual ejemplifica a través de su historia.


Como ejemplo de valentía y aceptación, nos habla de la muerte de su padre cuando ella tenía 15 años. Durante este periodo, se limitaba a decir ‘estoy bien’ recibiendo por lo mismo muchos halagos como ‘que fuerte eres’. Pero no estaba bien.


"Y empecé a caer en espiral, aislada, rápidamente. Empecé a usar la comida para adormecer mi dolor. Atracciones y purgas. Negándome a aceptar todo el peso de mi dolor. Nadie lo sabía, y en una cultura que valora la positividad implacable, pensé que nadie quería saberlo."

Desafortunadamente, esta tendencia social hacia el positivismo es en muchas ocasiones la razón por la cual terminamos experimentando emociones más complejas y síntomas de burnout, ansiedad y depresión. Se ha comprobado que mientras más rechazamos una emoción, esta cobra mayor intensidad.


Cuando una profesora le da a David un cuaderno y le pide que escriba cómo se siente, contando la verdad, como si nadie lo fuese a leer, ella comienza a experimentar mucho alivio en incluso encuentra su pasión.


"Y así fue como me invitaron a mostrarme auténticamente ante mi pena y mi dolor. Fue un acto sencillo pero nada menos que una revolución para mí. Fue esta revolución que comenzó en este cuaderno en blanco hace 30 años la que dio forma al trabajo de mi vida. La correspondencia secreta y silenciosa conmigo misma. Como un gimnasta, empecé a ir más allá de la rigidez de la negación hacia lo que ahora llamo agilidad emocional."


¿Qué hacer para ser emocionalmente ágiles?


La propuesta de David es que nos atrevamos a escuchar nuestras emociones y que nos permitamos sincerarnos sobre las mismas. También habla sobre la aceptación radical, una técnica derivada del Mindfulness que ha probado ser muy eficaz en la gestión emocional.


Te dejamos en este enlace un ejercicio para que puedas comenzar a practicar esta técnica. En Bangardia, trabajamos mucho con técnicas psicológicas basadas en Mindfulness, Terapia de Aceptación y Compromiso y Terapia de Autocompasión. Contáctanos si te gustaría saber más sobre lo que hacemos.





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