¿Cómo desconectar del trabajo?
Nota de la autora: hablar de COVID19 es difícil. En Bangardia Consultoría Psicológica entendemos que cada individuo ha vivido esta pandemia de modo distinto y se ha enfrentado a distintos retos. En ningún momento pretendemos minimizar el sufrimiento de ninguna persona. En este post queremos hablar del reto de trabajar desde casa, sin pretender que no existen otros problemas que puedan ser muy importantes.
Cuando se acaba el verano, normalmente, algunos mueren por regresar a trabajar, aunque la mayoría preferiría alargar sus vacaciones. Nunca ha sido sencillo retomar la rutina. Al menos otros años, sentíamos que habíamos desconectado y recargado energía. Este año, sin importar si solemos quedarnos en casa, hacer un viaje pequeño o volar al otro lado del mundo, e independientemente de cómo hayamos conseguido medio ‘rescatar’ el verano, las vacaciones han tenido un tinte bizarro y un sabor a pandemia.
¿Qué quiere decir esto para la ‘vuelta a clases’ o ‘vuelta al trabajo’?
En función de la situación de cada quien, podríamos hablar de un sentimiento generalizado de falta de motivación y energía.
Entre unas vacaciones que a muchos no le sirvieron para desconectar, la línea borrosa entre nuestro espacio personal y profesional, la incertidumbre y la sensación de que ‘la pesadilla’ ya se alargó demasiado, es natural que nos sintamos decaídos o frustrados.
Al inicio todo era noticia y novedad, hicimos lo que pudimos para adaptarnos y comenzamos a especular sin certeza de lo que sucedería.
“Todos aquellos que puedan trabajar desde casa deberán hacerlo”
Y así fue, hicimos una oficina improvisada y planeamos todo lo que íbamos a hacer estando encerrados en casa. ¡Qué gusto!, ¿no? Unos días para poder trabajar en pijama, ahorrarme el tiempo de traslados, comer sano en casa, convivir con mi familia y empezar un hobby (con el tiempo que me estoy ahorrando..).
¡Pero ya se alargó mucho!
Este septiembre, muchos retoman actividades sin muchas ganas de continuar. Escuchamos diario a personas que se están replanteando su carrera, que ya no toleran el ritmo y el modo de trabajo, o personas que disfrutan lo que hacen pero ya no saben separar el tiempo laboral del personal. Además, los escuchamos auto criticarse, desesperarse y creer que deberían saber gestionarlo mejor.
¿Has pensado que todo esto implica un duelo? Hemos perdido nuestra ‘normalidad’, estabilidad, seguridad, etc.
¿Cómo tratarías a tu mejor amiga si estuviese pasando un duelo? ¿cómo le hablarías a tu hermano si estuviera muy triste? Seguramente serías amable y les tratarías con cariño. Por ello, intentar tratarte así. No se trata de auto conmiserarnos y tratarnos con lástima o pena.
Se trata de adoptar una perspectiva de autocompasión que es la base para poder aprender de nuestros errores, motivarnos y llevar una buena relación con nosotros mismos y nuestras emociones.
¡Está bien sentir frustración! Es natural que estés sintiendo burnout o que la situación actual, y lo que implica para tu vida profesional, te genere rechazo, estrés o dolor.
Intenta primero aceptar estas emociones de manera compasiva. Para adoptar esta actitud les dejamos esta meditación guiada.
Una vez hayas adoptado una actitud de auto compasión, las estrategias que apliques para retomar energía y ánimo serán más potentes.
En este artículo nos centramos en estrategias que consideramos que pueden ser utiles y engloban muchos aspectos:
1. Conectar con el valor de lo que haces para darle sentido al día a día.
¿Qué lugar ocupa el trabajo en tu vida? ¿Por qué te dedicas a lo que te dedicas? Recuerda y manten muy presente un panorama amplio, la razón por la cual estás trabajando. No siempre podemos encontrar motivación en tareas pequeñas o tediosas, pero conectarlas a nuestra meta a mediano/largo plazo nos regresa motivación. Ya sea hacer currículum para poder aplicar a otro trabajo que tienes en mente, ganar experiencia, tu pasión por lo que haces, empezar tu negocio, generar justicia, crear, etc... Conecta con tus valores.
2. Ritual o cambio consciente al terminar de trabajar.
Guarda los papeles, libros o el material de trabajo y tómate 5 minutos antes de pasar a la siguiente actividad. Intenta ser consciente de todo lo que trabajaste y agradécete o identifica lo que puedes mejorar. Anota lo del día siguiente y cierra de manera comprometida tu jornada de trabajo del día de hoy. Realiza durante 2 ó 3 minutos una respiración consciente, soltando cada músculo del cuerpo o imaginándote en un lugar relajante. Además, puedes aprovechar y realizar una actividad de transición, que te ayude a desconectar, como irte a dar un paseo.
3. Descubre la trampa de trabajar de más
Los primeros días, se siente satisfacción. Esto ocurre especialmente cuando nos encanta lo que hacemos. Se lo cuentas a los demás y aunque te quejas, por dentro te sientes mucho orgullo. ¡Cuidado! Es un mal hábito que solo es sostenible a corto plazo y que puede afectar tu salud. El tiempo de más que dedicamos a trabajar se lo restamos a otras actividades de nuestro tiempo de ocio, familiar, social o de cuidado propio y eso tiene un impacto directo en nuestro bienestar.
¿Cómo volver a un ritmo saludable? Prueba a preguntarte: ¿por qué estoy trabajando tanto? Esta pregunta te ayudará a reflexionar y a darte cuenta de si la respuesta te conduce a tus valores (porque tengo una presentación muy importante para mí y quiero dar todo lo que tengo) o si por el contrario, te das cuenta de que estás cubriendo un problema (porque ya no sé qué hacer en mi tiempo libre o me es imposible desconectar). Si respondes con honestidad, podrás elegir libre y conscientemente cómo proceder.
4. Trascenderlo
Es decir, llevarlo a un nivel de superación y crecimiento. Platearte algunas preguntas como las siguientes puede ser muy poderoso: ¿Qué habilidades puedo cultivar? ¿Qué hábitos puedo crear? ¿Cómo puede hacerme crecer esta experiencia?
Si además de estas estrategias te has quedado con ganas de aprender otras para afrontar situaciones estresantes y ser más resilientes, te recomendamos la lectura del libro Cómo seguir siendo humano en un mundo j*dido de Tim Desmond o El hombre en busca de sentido de Viktor Frankl.
Si no consigues motivarte o sientes que el nivel de estrés que tienes te está sobrepasando, no dudes en contactarnos. Puedes escribirnos a través de la web o enviarnos un correo a info@bangardia.com
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